21 ene 2012

Adepta Sororitas


Introducción



El Adeptus Ministorum (también conocido como la Eclesiarquía) predica el credo imperial y la adoración al Emperador por todo el Imperio. Se trata de una iglesia monolítica, cuyas doctrinas rigen todos los aspectos de la vida de los habitantes del Imperio. Así pues, es una organización con un gran poder, que en el pasado llegó a rivalizar con el Adeptus Terra por el control del Imperio.

Durante lo que se conoce como el Reino de la Sangre, el tirano Goge Vandire se hizo con el control tanto del Administratum y la Eclesiarquía en un golpe sangriento. Esto condujo a una guerra civil que fue tan dañina para el Imperio como la Herejia de Horus de seis siglos antes. Afortunadamente para el Imperio, Vandire fue eliminado y en su lugar vino Sebastian Thor, quien reformó la desvencijada Eclesiarquía. Uno de sus dictados fue el Decreto Pasivo, que se aseguraba de que el Adeptus Administorum no pudiese mantener un "cuerpo de hombres armados". Y así se formaron las Hermanas de Batalla, una hermandad de mujeres guerreras dedicadas a formar el brazo armado de la Eclesiarquía evitando el Decreto Pasivo aprovechando un tecnicismo.


Fueron las Hermanas, o mejor dicho, sus miembros fundadores quienes terminaron con el reino del terror de Vandire. Las Hijas del Emperador eran una devota orden marcial que fue manipulada para ejercer como guardaespaldas del dictador. En lo más cruento del Reino de la Sangre, su líder Alicia Dominica y sus compañeras más próximas fueron capturadas por el Adeptus Custodes y llevadas ante el Trono Dorado. Cuando Dominica volvió algo había ocurrido: busco inmediatamente a Vandire y lo decapitó, terminando con la Era de la Apostasía.

Bajo Dominica, las Hijas del Emperador se convirtieron en el Adepta Sororitas. Han transcurrido cuatro mil años desde la fundación de la Hermandad, y las Hermanas de Batalla siguen sirviendo al Ministoru, llevando la luz del Emperador a los rincones más oscuros de la galaxia, combatiendo al hereje y al xenos con bólter, llama y rifle de plasma.

Las Hermanas de Batalla están muy bien entrenadas y tienen acceso a algunas de las herramientas más avanzadas que el Imperio puede ofrecer. En el campo de batalla, la mayor parte de las Hermanas de Batalla llevan servoarmadura y se decantan por la sagrada trinidad del bólter, las armas de fusión y los lanzallamas. Las Hermanas suelen combatir en escuadras comandadas por una Hermana Superiora, que a su vez recibe sus órdenes de una Canonesa. La composición final de las escuadras y su arsenal dependerá de su Orden Militante y las doctrinas a las que esté sujeta.

Pero lo que distingue a la Hermandad más allá de sus armas y armaduras es su fe. Su devoción al Dios-Emperador es absoluta y se dice que su fe es tan fuerte que se manifiesta de muchos modos, desde proteger a sus sirvientes del peligro a proporcionarles la fuerza para partir a un enemigo por la mitad o colocarle un proyectil de bólter entre los ojos del enemigo desde una gran distancia. Estos milagros, no importa cuan menores puedan parecer, sirven para fortalecer la fe de las Hermanas en su Salvador y convertirlas en una de las fuerzas de combate más letales de la galaxia.


Guerras de Fe


En el campo de batalla, las Hermanas de Batalla son una fuerza de combate resistente y fuerte, que destaca en combates de fuego cruzado a corta distancia.

Un Acto de Fe
Los Actos de Fe son una parte intrínseca del modo en el que las Hermanas de Batalla se comportan en la mesa de juego, se trata de una fuente de devoción que el jugador puede utilizar para potenciar a sus tropas durante la batalla. Cada turno el ejército genera 1D6 Puntos de Fe, que pueden invertirse en las escuadras y potenciarlas... suponiendo que superes la tirada: los Actos de Fe están lejos de ser algo garantizado. El tipo de efecto dependerá de la escuadra; por ejemplo, las Escuadras Dominium podrán convertir sus armas en armas acopladas mediante el gasto de un Punto de Fe. Por otra parte, las escuadras de Hermanas de Batalla podrán usar los Actos de Fe en varias fases distintas para reagruparse instantáneamente, o repetir los 1 en sus tiradas para Impactar. La clave para jugar bien con las Hermanas de Batalla es gestionar bien los Actos de Fe; usar los Puntos de Fe con sabiduría para potenciar las habilidades de la escuadra en el momento clave puede asegurarte la victoria.

Con Bólter y Llama
Como ya hemos mencionado, el arsenal de las Hermanas de Batalla tiende a especializarse en un fuego intenso de corto alcance. Los lanzallamas y los rifles de fusión destacan como armas de proyectil en las distancias cortas, y el bólter, como arma con Fuego rápido, puede abatir hordas de enemigos si están a menos de 30cm. Al acercarse tanto al enemigo, es inevitable que las Hermanas de Batalla se encuentren involucradas en combates cuerpo a cuerpo, pero incluso en este caso no hay nada que temer. A pesar de que las Hermanas de Batalla carecen de la resistencia genéticamente aumentada de los Marines Espaciales, cuentan con sus servoarmaduras, y todas cuentan con una salvación invulnerable de 6+. Además, incluir a un Sacerdote de la Eclesiarquía potenciará sus habilidades con su oratoria fervorosa, haciendo que las Hermanas de Batalla repitan las tiradas para Impactar fallidas en el turno en el que asalten.

Acercándose
Mientras que las propias Hermanas de Batalla se sienten más cómodas acercándose y abriendo fuego, eso no significa que las Órdenes Militantes no tengan sus propios especialistas de combate. Las Escuadras Celestes tienen dos Ataques, y sus Actos de Fe les proporcionan bonificadores a la Fuerza y la regla especial Coraje. Las Serafinas son infantería retropropulsada equipadas con dos pistolas, capaces de disparar sobre el enemigo antes de asaltarle. Y además cuentas con los Cónclaves de Batalla de la Eclesiarquía, una grupo compuesto por Arcoflagelantes, Cruzados equipados con espadas de energía, y los letales Asesinos del Culto de la Muerte.

Muerte desde lejos
Incluso los vehículos de las Hermanas de Batalla reflejan su predisposición para acercarse al enemigo. Los Rhinos de las Hermanas de Batalla cumplen una función muy similar a la de los Rhinos de los Marines Espaciales, transportar a sus pasajeros hasta el corazón de la zona de guerra. Los Immolators, equipados con lanzallamas pesados acoplados, abrasarán al enemigo con sus llamas purificadoras desde cerca. El Exorcista es el arma de mayor alcance del arsenal de las Hermanas de Batalla, capaz de disparar 1D6 misiles de Fuerza 8 por turno a 120 cm.

Hermanas armadas


A pesar de que las Hermanas de Batalla forman el grueso de una fuerza de Adepta Sororitas, el jugador tiene muchas opciones a su disposición para poder crear un ejército de guerreros sagrados.
Se puede desplegar a una Canonesa en la Escuadra de Mando Sororitas. La escuadra de mando se compone por las Celestes, así como por miembros de las demás órdenes, como las Hermanas Hospitalarias para ocuparse de los asuntos médicos, o las Hermanas Dialogantes que extenderán la voz del Emperador y harán que sus enemigos tiemblen de terror.

Las Hermanas de Batalla que utilizan el armamento especializado se conocen como Dominiuns. Se las considera las guerreras más agresivas de la Orden. Las escuadras Dominium son tropas de choque que se encargan de la vanguardia de los asaltos, partir las líneas de combate del enemigo, destruir sus fortificaciones y frustrar los contraataques. Para que puedan cumplir con esta función, las opciones armamentísticas que les ofrece la lista de ejército les permiten llevar dos armas especiales por cada cinco Dominiums.
Las Serafinas descienden sobre el enemigo con sus retrorreactores, disparando con sus pistolas bólter y sus pistolas lanzallamas. Las Serafinas se encuentran en la sección de Ataque rápido, dado que son el epítome de este estilo de combate, capaces de aterrizar en cualquier punto del campo de batalla y abatir al enemigo con gran cantidad de fuego de bólter y lanzallamas a corto alcance; destruyendo completamente toda oposición, o castigándola hasta el extremo en el que ya no suponga siquiera la más mínima amenaza en caso de que quisieran contraatacar en la fase de asalto.
Las Vengadoras van equipadas con el armamento más pesado de la orden. Estas son las Hermanas que, junto al tanque Exorcista, cuentan con el alcance más largo del ejército gracias a sus bólteres pesados. Pero si la opción se decanta por el corto alcance, las Vengadoras también pueden equiparse con lanzallamas pesados y cañones de fusión. Los jugadores a menudo optarán por que su escuadra de Vengadoras se especialice en un solo tipo de arma, perdiendo flexibilidad en favor de un mayor impacto. Por ejemplo, una escuadra Vengadora con cuatro bólteres pesados destacará contra las unidades de horda que se acerquen, mientras que una escuadra pesada con cañones de fusión será la perdición de cualquier escuadrón de tanques o de bípodes.
Los Sacerdotes de la Eclesiarquía a menudo acompañarán a las Órdenes Militantes al combate, llevando consigo un Cónclave de Batalla. Estos grupos están formados por Arco-flagelantes, Cruzados y Asesinos del Culto de la Muerte, y son unas escuadras de contraataque excelentes. Las Hermanas de Batalla son muy buenas en las distancias cortas, así que tener cerca un Cónclave de Batalla a mano hará que se lo piense dos veces antes de hacer según qué cargas.
Los Castigos del Penitente sembrarán el caos entre las líneas de combate enemigas, dejando solo muerte y destrucción a su paso. Impulsados por la urgente necesidad de redención de sus pilotos, el Castigo del Penitente siempre avanzará hacia el enemigo, independientemente de los obstáculos o los peligros que se le pongan por delante. Esto hace que estas figuras sean difíciles de controlar, pero si llegan hasta el enemigo sin duda van a provocar un buen estropicio: su regla especial Furia de batalla les proporciona ataques adicionales por cada Herida no salvada que inflijan.

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